Renting: el pago por uso, por fin, al servicio de la movilidad de los particulares

De entre los sectores en los que esta tendencia de los consumidores está impactando, destaca sin duda el de la movilidad. La pregunta es ¿compensa tener un coche en propiedad?

En solo unas décadas, los avances tecnológicos sociales han modificado la forma en que consumimos tanto productos como servicios. Si hace unos años nos inclinábamos hacia la propiedad de las cosas, hoy pesa más facilidad de uso o acceso al servicio. Hoy, por ejemplo, elegimos pagar una cuota mensual por acceder a música o series de forma casi ilimitadas a coleccionar discos o DVDs, y este mismo fenómeno se extiende ya a otros aspectos de nuestras vidas.

Ha pasado de ser un producto sofisticado cuando llegó a nuestro país a ser una solución para todo tipo de usuarios. Lo vamos a comprender mejor con unos datos: en 2015, los autónomos y particulares copaban el 2,35% del parque total de renting y a marzo de 2021, esta cifra se eleva al 15,86%.

Todo son ventajas en un sistema que está superando la pandemia mucho mejor que otro tipo de empresas y que, de alguna manera, se ha reinventado para adecuarse a los nuevos tiempos en los que la movilidad está variando a marchas forzadas.

La movilidad: espacio natural para el pago por uso

De entre los sectores en los que esa nueva disposición de los consumidores está impactando con más fuerza, destaca sin duda el de la movilidad. Tras meses con nuestros coches aparcados, se ha viralizado una pregunta: ¿compensa tener un coche en propiedad?

Para responder, hay que tener en cuenta no sólo el coste del vehículo, sino también que los gastos de mantenimiento –impuestos de circulación, reparaciones o plazas de parking – consumen hasta un 12,9% del presupuesto de un hogar medio, como recoge el Instituto Nacional de Estadística (INE) en su Encuesta de Presupuestos Familiares (EPF).

Cálculos como estos nos hacen ser cada vez más conscientes del coste que puede suponer decantarnos por adquirir un coche, y promueven el cambio de tendencia de consumo, también en el ámbito de la movilidad. Y ahí es donde las alternativas a la compra, como el renting flexible, ganan terreno, adaptándose al tiempo que se necesite el vehículo. Y más allá, si podemos decidir cuándo disponer de un vehículo, ¿por qué no cambiarlo en función del uso? ¿Por qué no podemos elegir un modelo pequeño y de fácil aparcamiento para ir al trabajo y otro más amplio y familiar para el período de vacaciones?

Ha llegado el momento del flexing

El renting flexible lleva ya muchos años respondiendo a estas demandas en el plano profesional. Ahora ha llegado el momento de ponerlo al servicio de unos particulares que cada vez valoran más el pago por uso del vehículo frente a los compromisos que implica la compra.

Northgate, que lleva 30 años especializado en el renting flexible para empresas y autónomos, ha dado el salto este año a los particulares con su Flexing: un servicio que permite acceder a un vehículo por periodos a partir de un mes sin entradas ni exigir ningún tipo de permanencia.

Los usuarios pueden contratar el vehículo de forma 100% digital, y en 48 horas tener el vehículo en su domicilio, si así lo solicitan. A partir de ahí no solo se mueven como quieren, sino que pueden cambiar de modelo, devolverlo antes de lo previsto sin penalización y ahorrarse todos los gastos de mantenimiento, seguro, impuestos, averías e ITVs.

El Flexing es, en definitiva, el Netflix o el Spotify de la movilidad: un producto que empodera al consumidor y que le deja moverse en cada momento como quiere, sin tener que comprometerse con unas mismas cuatro ruedas y con una lista interminable de costes asociados.

Particulares, una nueva ventana para el renting

En Northgate son conscientes de la importancia creciente del renting para particulares. Por ello, en enero de 2021 la compañía hizo una fuerte apuesta por este segmento destinando una inversión de 100 millones de euros para lanzar el Flexing: auténtico renting flexible para particulares. Una división que Northgate prevé acabe suponiendo entre el 20% y el 25% de su cartera de clientes.

Y es que las cifras más recientes de la Asociación Española de Renting de Vehículos (AER) demuestran que cada vez más españoles ven en esta fórmula una manera de moverse más adaptada a sus necesidades y a su estilo de vida que la compra. De hecho, en 2020 la cifra de vehículos de renting en nuestras calles y carreteras aumentó en un 4,5%, hasta conformar un parque de más de 740.000 vehículos. En este sentido, el 48,2% de sus usuarios son ya particulares, demostrando como cada vez más personas eligen el renting bien para su movilidad cotidiana o para su actividad como autónomos.