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UNA CITA CON EL CINE ESPAÑOL

Chiquito de la Calzada y los 10 mejores cómicos del cine español

Repasamos el catálogo de FlixOlé para seleccionar una decena de humoristas sin los que la comedia en España no sería la misma

Si has dicho alguna vez te das cuen, no puedor o jarl sabes de quién estamos hablando. Este 11 de noviembre se cumplen cuatro años de la muerte de Chiquito de la Calzada, uno de los grandes del humor de nuestro país que dejó una impronta indeleble (y decenas de coletillas) en la comedia de nuestro país. Junto con sus televisivas apariciones, su trilogía cinematográfica –disponible en FlixOlé, donde podemos encontrar el catálogo más completo de cine español con más de 3.500 títulos, además de una estupenda selección de títulos internacionales y series– es todo un alarde de caiditas de Roma, condemores y movimientos de pierna que merece la pena revisitar para recordarle, honrarle y garantizarnos una tarde de carcajadas.

El nombre de Chiquito de la Calzada (y su delirante trabajo) está escrito en letras de oro en el humor patrio, pero no es el único. Así que, puestos a reír, hemos seleccionado a una decena de humoristas que dejaron una hilarante huella en la historia de nuestro cine, pero también en el humor tal y como lo concebimos hoy día. Porque España siempre se ha explicado a través de su comedia –no olvidemos que es la categoría más taquillera en la industria española– y de nuestra capacidad para reírnos de todo (también de nosotros mismos). Por eso, este mes queremos celebrar a Gregorio Sánchez reivindicando el género nacional por antonomasia, la comedia. Lo hacemos viajando desde sus desvaríos o los de Martes y Trece hasta el mejor humor costumbrista o el cine de Paco Martínez Soria.

Chiquito de la Calzada

Gregorio Sánchez

(Málaga, 1932-2017)

Más conocido como Chiquito de la Calzada por su nombre artístico como cantaor de flamenco –llegó a acompañar a Camarón de palmero– no fue descubierto para el mundo televisivo hasta los 62 años. El gran público le descubrió gracias al programa Genio y figura de Antena 3 y congenió con su forma de empalmar un chiste con otro mientras caminaba dando pasos largos y saltitos de un lado al otro del escenario. Al poco, expresiones como fistro o pecador de la pradera, lo catapultaron a la fama constituyendo un verdadero fenómeno sociológico. Al calor de esa popularidad llegó su trilogía cinematográfica (y de culto), en la que destaca Aquí llega Condemor, el pecador de la pradera (1996) y Papá Piquillo (1998), tres películas de culto para sus seguidores. También hizo cameos en filmes como El oro de Moscú (2003), de Jesús Bonilla.

Hilarante en la televisión y en el cine, este mes tenemos una cita obligada con Chiquito de la Calzada

Su mejor gag Es imposible quedarse con un solo momento de la primera e inclasificable película de Chiquito. En este delirante far west almeriense son para enmarcar su dúo con Bigote Arrocet huyendo de los indios, el tema musical que canta el sheriff para salvarse del ahorcamiento o el momento de la tarántula. Te aseguramos que son unos de los momentos más locos del cine español.

Paco Martínez Soria

(Tarazona, 1902- Madrid, 1982)

Se entregó al teatro desde sus inicios aunque su consagración fuera en el cine. El zaragozano rodó 35 filmes pero si hay uno que lo convirtió en fenómeno social fue La ciudad no es para mí (1966). Dirigido por Pedro Lazaga –con quien trabajaría en 10 ocasiones y firmaría sus mayores éxitos–, construyó un personaje cuya esencia replicaría durante el resto de su carrera. Aquel entrañable cateto, de boina a rosca pero más avispado de lo que parecía, fue fiel retrato de una España que se reía de sí misma. El turismo es un gran invento (1968), donde un alcalde de pueblo intenta implantar (y se topa con el desenfreno y todos los tópicos del boom turístico de los sesenta) el modelo de la Costa del Sol, y Abuelo made in Spain (1969), como un pastor del pirineo aragonés que viaja a la capital para visitar a sus nietos, serían otros dos imperdibles.

Fotograma de El turismo es un gran invento (1968)

Su mejor gag El momento en que su personaje Agustín Valverde, cargado con su maleta, una cesta con dos pollos y el retrato de su mujer, aborda la Glorieta de Atocha y el bullicio de la capital representado en un cruce de tráfico. Hilarante escena en la que el viudo, que se muda del pueblo a la ciudad para vivir con su hijo cirujano, no sabe seguir las instrucciones del semáforo y acaba sacando de quicio al guardia urbano.

José Luis López Vázquez

(Madrid, 1922-2009)

Protagonizó más de 200 películas y con su peculiar tono de voz se convirtió en historia del teatro, el cine y la televisión del siglo XX español. Medalla de Oro de Bellas Artes, Premio Nacional de Teatro y Goya de Honor de la Academia en 2004, fue un camaleónico intérprete dotado de una vis cómica y una fuerza dramática –Plácido o El Pisito– que le convirtieron en uno de los más prolíficos de la escena. En sus primeros trabajos protagonizó sobre todo comedias. Como pareja de Gracita Morales y bajo la dirección de Mariano Ozores destacan Crónica de nueve meses (1967), Operación Mata-Hari (1968) y ¡Cómo está el servicio! (1968).

Fotograma de ¡Cómo está el servicio! (1968)

Su mejor gag Su mítica frase en Atraco a las tres (1962): “Fernando Galindo, un admirador, un amigo, un esclavo, un siervo”. En esta incursión ibérica de 1962 del thriller de atracos, López Vázquez estaba más Groucho Marx que nunca.

Saza

José Sazatornil ‘Saza’

(Barcelona,1925 – Madrid, 2015)

Cosechó grandes éxitos en el cine español de los años sesenta y se convirtió en el secundario eterno de la comedias de los setenta como A mí las mujeres, ni fu, ni fa (1970), protagonizada por Peret, con quien repitió un año después en ¡Qué cosas tiene el amor! (1971). En los ochenta su característico bigote de señor muy de orden se paseó por títulos como El fascista, doña Pura y el follón de la escultura (1982) o Espérame en el cielo, de Antonio Mercero, por la que ganó de un Goya en 1988. Saza participó en 114 películas, incluyendo casi todos los clásicos de Luis García Berlanga. Bajo sus órdenes, destacan sus personajes en las comedias El Verdugo (1963) y La escopeta nacional (1978), pero, sobre todas, inolvidable es su papel de guardia civil en Amanece, que no es poco (1989), de José Luis Cuerda.

Fotograma de La escopeta nacional (1978)

Su mejor gag Todo amanecista que se precie sabe que con Faulkner no se juega porque «en este pueblo hay verdadera devoción por Faulkner». Su rapapolvo al autor que plagia Luz de agosto es una de las escenas míticas de la película de José Luis Cuerda. Un perfecto ejemplo del humor costumbrista que Saza cultivó con maestría a lo largo de toda su carrera.

Arturo Fernández

(Gijón, 1929 – Madrid, 2019)

Galán eterno del teatro, se abonó a la comedia de sobremesa, a la conquista de las madres y abuelas. ¿Quién no ha hecho algún chiste usando su eterno ‘chatina’? Antes de convertirse en una figura popularísima de la televisión, participó en más de 70 películas desde su debut a los 24 años en El beso de Judas (1954), de Rafael Gil, con quien trabajaría en otros seis filmes más. Memorable su personaje en No desearás la mujer de tu prójimo (1968), una de las nueve películas en las que fue dirigido por Pedro Lazaga que narra la historia de un grupo de amigos que cansados de la rutina acuerdan intercambiarse las mujeres. Icónico también su tándem con Lina Morgan en trabajos como Ésta que lo es… (1974).

Fotograma de Ésta que lo es... (1974)

Su mejor gag Ver al señorito asturiano por excelencia en ¡Cómo sois las mujeres! (1968) enfrentándose a unas almejas es una de las escenas más simbólicas ( y graciosas) de esta comedia sobre el intercambio de roles, la igualdad en las tareas del hogar, la liberación de la mujer y la conciliación familiar.

Chus Lampreave

(Madrid, 1930 – Almería, 2016)

Se hartó de decir que no tenía vocación de actriz, pero acabó siendo una de las más queridas del cine español. Chus Lampreave fue una secundaria de lujo en más de 70 películas y muchos trabajos televisivos, colaborando con los directores españoles más reconocidos. De Berlanga a Almodóvar –con el que repitió hasta en ocho ocasiones y nos dejó frases que son historia del cine como “ya me gustaría a mí mentir”, pronunciada por esa portera testiga de Jehová– pasando por Cuerda, Fernando Trueba, Fernando Fernán Gómez, Santiago Segura o Fernando Colomo. Con este último rodó la divertidísima Miss Caribe (1988), sobre una maestra de escuela que hereda un barco de cruceros que resulta ser un burdel flotante. Míticas son también Supernova (1993), otro filme astracán de la comedia patria protagonizado por Marta Sánchez, Javier Gurruchaga y Gabino Diego, o Sé infiel y no mires con quién (1985).

Fotograma de Miss Caribe (1988)

Su mejor gag Tan reivindicable como maldita e insólita es Supernova. Chus Lampreave está increíble en el papel de Avelina, una científica encargada de clonar a una cantante intergaláctica de la que está enamorado el conde Nado. No sabemos bien cómo clasificar la escena de arriba (y ese bailecito), pero las caras de Chus Lampreave son para enmarcar.

Lina Morgan

(Madrid, 1936-2015)

Con Hostal Royal Manzanares (1996) –serie televisiva de cuatro temporadas dirigida por Sebastián Junyent y producida por Valerio Lazarov, grabada con presencia de público y estética teatral con escenarios fijos–, Lina Morgan llevó al extremo su fórmula humorística. Ese humor de sainete castizo que ya había explorado como vedette de revista musical en el teatro –nació a muy pocos metros del que después se convertiría en su propio teatro, La Latina– y en éxitos para el cine como La graduada (1971), Dos chicas de revista (1972) o La descarriada (1973). Tres películas bajo las órdenes de Mariano Ozores, uno de los directores que mejor supo aprovechar sus dotes cómicas.

Fotograma de Dos chicas de revista (1972)

Su mejor gag A las órdenes de José María Forqué y junto a José Luis López Vázquez, Lina Morgan protagonizó uno de sus mejores papeles en Una pareja… distinta (1974), una avanzada comedia sobre la libertad de vivir sin tapujos. La actriz da vida a Zoraida, su mujer barbuda que se casa con el travesti Charley, y tiene uno de sus momentazos en el número musical Y vendrá un príncipe azul

Pajares y Esteso

Andrés Pajares y Fernando Esteso

(Madrid, 1940) / (Zaragoza, 1945)

Dirigidos y guionizados bajo las órdenes de Mariano Ozores, asaltaron la taquilla española con nueve películas en cuatro años, de 1979 a 1983. Su dúo humorístico conquistó a varias generaciones a golpe de chistes verdes, tartamudeos y parodias de la realidad española del momento. Estigmatizados por aquellos que consideran burdo su humor, lo cierto es que Los bingueros (1979) es una de las comedias más populares de la filmografía española, además de una de las películas más vistas en FlixOlé, desde su estreno. Fue la primera vez que Pajares y Esteso, que ya eran cómicos televisivos consagrados, trabajaron juntos. Sin olvidarnos de Yo hice a Roque III (1980), parodia de las películas de Rocky que se ha convertido en otra pieza de culto, La Lola nos lleva al huerto (1983) y su alocado lío de faldas, parternidades y sectas, o Padre no hay más que dos (1982), un musical ¡con los integrantes del grupo musical infantil Parchís!

Fotograma de Yo hice a Roque III (1980)

Su mejor gag El caradura de Roque y su amigo Federico nos regalan momentos tan divertidos como el de la báscula inglesa, las libras, los kilos, los gramos, las reglas de tres y…  en Yo hice a Roque III. Pajares, Esteso y Ozores en su pura esencia.

Rosa María Sardá

(Barcelona, 1941-2020)

Aunque era más conocida por su faceta cómica en la gran pantalla y televisión (imposible olvidar su “Honorato, pon la tele un rato”), su carrera acumuló también una larga trayectoria en el teatro, sobre todo en roles dramáticos. Increíblemente versátil, Rosa María Sardá hizo de todo –en catalán y castellano–, teatro –como actriz y directora–, cine, televisión e incluso debutó en la literatura. Por hacer incluso presentó en tres ocasiones la gala de los Goya y se alzó con un cabezón dando vida a Ronda en la divertida comedia coral Sin vergüenza (2001), un filme de Joaquín Oristrell acerca del competitivo mundo del cine en general y de los actores en particular. Suspiros de España (y Portugal) (1995) y Año de gracia (2011) son otras dos de sus grandes comedias.

Fotograma de Año de gracia (2011)

¿Por qué te va a gustar? Junto a Loles León y Javier Gurruchaga, y bajo las órdenes de Francesc Betriú, La Sardá se metió en la piel de La duquesa roja (1996), una comedia con todos los ingredientes necesarios para retratar el mejor astracán español: operaciones urbanísticas, ecologistas, nobles revolucionarios, empresarios y un pequeño pueblo.

Santiago Segura

(Madrid, 1965)

Es actor, guionista, productor y director de películas. Uno de los tres realizadores más taquilleros de la historia del cine español, para ser más exactos y uno de los cómicos patrios más célebres e influyentes. Pero nada de eso hubiera sucedido de no ser por la oportunidad que le brindó su personaje en El día de la bestia (1995), el filme más popular de los noventa y la película que encumbró a Álex de la Iglesia como director. Satánico y de Carabanchel, ese heavy de barrio le abrió muchas puertas a Segura –y le consiguió el Goya al actor revelación–. Con él, el director vasco también rodaría Muertos de risa (1999), compartiendo protagonismo con El Gran Wyoming, y repetiría en Las brujas de Zugarramurdi (2013).

Fotograma de Muertos de risa (1999)

Su mejor gag Hay vida más allá de Torrente. Por eso, nos quedamos con dos momentos tan descacharrantes como ese dúo cómico junto a Florentino Fernández en Isi & Disi, amor a lo bestia (2004), donde estos heavys de Leganés nos regalan alipori y risas a partes iguales, y ese papel de heavy de Carabanchel en El día de la bestia que encumbró a Segura. «¡Yo también soy un pecador de la hostia!»

Bonus track

Martes y Trece

Josema Yuste y Millán Salcedo

(Madrid, 1954) / (Ciudad Real, 1955)

Desde que en 1985 protagonizaron el especial de Nochevieja de TVE su popularidad se disparó hasta convertirse en los reyes absolutos del humor televisivo durante más de dos décadas. Josema Yuste y Millán Salcedo exprimieron la actualidad con sus imitaciones de personajes populares, tanto del espectáculo como de la política o el deporte, e irreverentes gags hoy día impensables. En la memoria colectiva tampoco falta su sketch de las empanadillas de Móstoles. Tal fue su éxito que saltaron al cine con Aquí huele a muerto… (¡Pues yo no he sido!) (1990), que fue un éxito de taquilla a pesar de que la crítica la denostó. Repitieron con El robobo de la jojoya (1991), una suerte de thriller-comedia carcelaria en la que Yuste y Salcedo interpretaban varios personajes. Ese juicio es para ver una y otra vez.

Puedes ver todas estas películas y hasta 3.500 títulos del mejor cine español en FlixOlé.

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Este contenido ha sido desarrollado por Content Factory, la unidad de contenidos de marca de Vocento, con FlixOlé. En su elaboración no ha intervenido la redacción de este medio.

Una cita con el cine español

Noviembre 2021

Ana López-Varela